Mi
seño tiene las manos
hechas
de amor y papel,
de
temperas de colores
y
masitas de miel.
Ellas
son las creadoras
de
mundos maravillosos,
de
titeres, de princesas
y
principes amorosos.
Sus
manos guardan secretos
de
juegos y mil canciones.
Sus
caricias son la cura
de
golpes y chichones.
Gracias,
seño, por tener
esas
manos creadoras
que
me enseñan a querer ser
una
mejor persona…
No hay comentarios:
Publicar un comentario